12 años de la Unión Estatal de Sociedades Cooperativas de Veracruz, S.C. de R.L.

“La lucha del hombre contra el poder
es la lucha de la memoria contra el olvido”
M. Kundera

A doce años de realizada la primera Asamblea General en Xalapa, capital del estado, origen de la Unión Estatal de Sociedades Cooperativas de Veracruz, S.C. de R.L., mantenemos la convicción de la pertinencia de nuestro proyecto.
En aquella asamblea señalábamos en un diagnóstico general, el enorme contraste de nuestro estado, ya que nuestro territorio cuenta con una situación privilegiada por sus condiciones naturales y ubicación geográfica, con abundantes riquezas y recursos naturales como selvas, bosques, ríos, la costa a todo lo largo con el Golfo de México; aquí hay una gran producción agropecuaria, a manera de ejemplo podemos señalar tierras fértiles en valles y montañas que producen arroz, cítricos, mango, piña, vainilla, caña de azúcar, hule, café de altura, papaya, hortalizas, floricultura, maderas preciosas y tropicales, ganadería y acuacultura; de igual manera se produce petróleo crudo y petroquímica básica, así como energía eléctrica.
Continuábamos señalando en nuestro diagnóstico, que no obstante la enorme riqueza de nuestro estado, la pobreza y la miseria era la realidad para cientos de miles de veracruzanos y que la tendencia apuntaba en el sentido de agudizar dicha situación, como efecto de las políticas neoliberales impuestas desde el poder del Estado por el PRI y el PAN, partidos que han apostado por la alternancia y le han cerrado el paso a la democracia en nuestro país, como se evidenció con los fraudes electorales de 1988 y 2006.
A la distancia de doce años, vemos que la situación no ha cambiado, más bien se ha empeorado; en Veracruz, el gobernador Fidel Herrera Beltrán se ha distinguido por el ejercicio autoritario del poder, combinando la aplicación de las políticas neoliberales con el uso clientelar, patrimonialista y manipulador de los recursos públicos desde las secretarías y direcciones de gobierno, con un control férreo de la mayoría de la prensa y una avasallante campaña publicitaria con la cual pretende hacernos ver una realidad inexistente de desarrollo y progreso económico y social.
En las ciudades lo que vemos es un total abandono de la infraestructura urbana, un pésimo servicio público de transporte, el crecimiento desordenado y anárquico de los centros urbanos, una gran especulación del suelo, el abandono de las responsabilidades en materia de vivienda, el deterioro del salario mínimo, la falta de oportunidades de educación, la carencia de servicios de salud de calidad, los altos niveles de inseguridad y violencia, aunado a que amplios sectores de la población carecen de los servicios básicos.
En el campo veracruzano, los campesinos de muchas ramas de producción se encuentran en el total abandono, resistiendo a una enorme crisis y sobreviviendo en condiciones de miseria, con la ausencia total de financiamientos así como de asistencia técnica, con políticas públicas que aceleran la descapitalización en el campo, con sus secuelas de hambre, desnutrición, incremento de la mortalidad infantil, deserción escolar, aparición de las enfermedades de la miseria como la lepra en la zona de Orizaba, Ver., el aumento de la delincuencia y el alcoholismo, la constante violación de los derechos humanos, el aumento de la represión y el fortalecimiento de cacicazgos de viejo y nuevo cuño fomentados desde las estructuras del PRI-gobierno, así como el elevado índice de emigración a las ciudades o a las Estados Unidos en busca de mejores de vida.
Es en ese contexto que venimos construyendo un proyecto de impacto social, desarrollando experiencias de organización y trabajo desde el marco del cooperativismo, por lo que consideramos debemos mantener las líneas de trabajo de la Unión Estatal de Sociedades Cooperativas de Veracruz, S.C. de R.L. y continuar en nuestro proyecto de construir un auténtico instrumento de lucha que represente los intereses de clase de campesinos, obreros, colonos, mujeres, jóvenes, profesionistas, etc., y que permita superar la dispersión y desorganización de amplios sectores de la población, construir una organización capaz de dar alternativas y propuestas de solución desde la organización cooperativa, a las necesidades sociales de ejidatarios, comuneros, pequeños propietarios, desarrollando la integración de los procesos productivos para retener el excedente y la riqueza que se genera en beneficio de los trabajadores, una organización que de alternativas de solución a las necesidades de vivienda, de servicios básicos, de empleos; una organización que luche contra la represión y que defienda los derechos humanos, los derechos políticos y la libertades democráticas, en suma, una organización que luche por la transformación de nuestras condiciones de vida y lograr que éstas sean cada vez más humanas.